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En casi cualquier parte del mundo las fiestas de Navidad se celebran para dar la entrada al año nuevo. Luces, decorados, comidas típicas y esa música tan característica se combinan en esta época del año para embriagarnos del llamado «espíritu navideño». En cada rincón del mundo esta festividad se celebra de una forma. Pero si hay un lugar donde se concentra la magia de la Navidad, ese es Laponia.
Laponia es la tierra filandensa de las auroras borales, la tierra de la nieve, del frío polar y de los grandes bosques de confíeras. Laponia es, en definitiva, la tierra de Papá Noel. Pero ¿quién es este entrañable personaje en realidad? ¿Por qué aparece por la chimenea cada año? ¿Cuál es el origen de la Navidad?
En la mitología nórdica, el Polo Norte representa el eje del mundo. Es un punto de conexión entre el cielo y la tierra; un punto que comunica los mundos terrenal y espiritual. Desde allí puede divisarse la estrella polar que tradicionalmente colocamos en lo alto del árbol de Navidad.
El árbol Yggdrasil simboliza el eje del mundo (axis mundi). WikimediaCommons.
En algunas zonas de Laponia y Siberia crece una característica seta a los pies de otros árboles llamada Amanita muscaria. Tal vez nos suene este nombre porque si tuviéramos que representar una seta, seguramente evoquemos la icónica imagen de la Amanaita muscaria. Se trata de un hongo rojo con manchas blancas en el que con frecuencia habita un gnomo, un duende o un hada. Estos seres encantados provienen del mundo del chamanismo siberiano.
Desde hace miles de años, los pueblos indígenas sami que habitan en Escandinavia han celebrado el solsticio de invierno. En esta época del año los sami se vestían con trajes rojos y blancos y salían a recolectar setas como la A. muscaria. Para ello también contaban con sus animales de compañía: los renos.
Estas setas son ricas en compuestos isoxazolínicos como el muscimol, cuyo consumo puede producir fuertes alucinaciones. Probablemente los lapones se dieran cuenta del efecto alucinógeno de las amanitas cuando observaron a los renos ingerir este hongo. Después de consumirlo, los cérvidos empezaban a correr y a patalear, y a saltar tan alto que casi parecía que estuvieran volando. Asombrados, los chamanes del ártico comenzaron a interesarte por este hongo tan peculiar. Y así, subidos en los renos drogados, probarían la amanita para viajar al mundo del conocmiento.
Curiosamente, buena parte del muscimol de estas setas alucinógenas no es metabolizado en el cuerpo humano, sino que se excreta por la orina. No es extraño, por tanto, que los chamanes sami tuvieran por costumbre beberse la nieve amarilla donde los animales habían orinado tras consumir el hongo. Es posible que ahora entedamos por qué Papá Noel decía ser capaz de volar con su trineo tirado por renos.
Después de la recolecta, los indígenas sami regresaban al poblado para repartir, a modo de regalos, las amanitas y para compartir con el resto de la tribu el conocimiento y sabiduría otorgado por el hongo. Y al igual que Santa Claus entra en las casas a través de la chimenea, los lapones entraban en las casas a través de una abertura en el techo, pues las puertas solían estar bloqueadas por la nieve. Sin embargo, antes de consumir estos obsequios sagrados —les decían— primero debían secarlas metiéndolas en un calcetín colgado cerca del fuego.
Pero para rematar la historia de la Navidad hizo falta la contribución de una conocida multinacional de refrescos llamada Coca-Cola©. La fórmula original de este refresco contenía, además de extracto de cola, cocaína, uno de las sustancias más euforizantes que se conocen. En 1903 el alcaloide andino fue reemplazado por cafeína cristalizada en polvo. La empresa vio uno oportunidad de oro para impulsar sus ventas si se apropiaban de la leyenda lapona. Así crearon la imagen comercial de Papá Noel: un viejo jubilado que repartía felicidad y botellines de refrescos a los niños.
No sabemos cuánto hay de cierto y cuánto de mito sobre el verdadero origen de las tradiciones navideñas. Pero podemos decir que es una historia llena de magia; mucha magia.
¡Feliz Navidad!
Referencias
M. Itani, Santa and Magic Mushrooms, 2018 https://medium.com/@mustaphahitani/santa-was-a-magic-mushroom-d3065b05e76f
Moving Art, Paul Stamets Explains the Mushrooms & Christmas, 2020.
M. Salton, Santa is a psychedelic Mushroom. The New York Times, 2017.
J.A. López Sáez (CSIC), ¿Qué tienen que ver Papá Noel, la seta matamoscas y el pis de reno?, 2017 https://blogs.20minutos.es/ciencia-para-llevar-csic/2017/12/14/que-tienen-que-ver-papa-noel-la-seta-matamoscas-y-el-pis-de-reno/
D. Ciro, Ò. Franquero, M. Farré, F. Caudevilla, I. Domsac, D. Casas, I. Seral, J. Tarinas, H. Alicart, Davín and J. C. Bouso, Psilocibes -the mushrooms-, 2013. https://www.researchgate.net/publication/331400061_Psilocibes_-the_mushrooms-
P. Gargantilla, Los ritos chamánicos en el origen de la leyenda de Santa Claus. 2017 https://www.abc.es/ciencia/abci-ritos-chamanicos-origen-leyenda-santa-claus-201712221831_noticia.html